sábado, 2 de mayo de 2009

Otra vez



Se me desarma la existencia,
me aplastan los años
susurrando que es temprano
para morir,
pero demasiado tarde para otras cosas.


Se me van las horas
entre lo que escribo
y las ideas que jamás
serán inmortalizadas,
aún así,
los minutos corren
sin que nadie los persiga,
porque a decir verdad
quisiera que se quedaran más tiempo,
no me gusta tomar el té a solas,
a estas horas,
ya ni Morrison
viene a ronronear
mientras escribo,
y Lola no muerde mis zapatos.


Maldita sea mi esencia suicida,
maldito sea
el segundo día,
del quinto mes...


1 comentario:

Xaj dijo...

Que bueno que tu gato se llame Morrison. Medio sacrilegio, pero es simpático, jaja.

Saluditos.